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Lázaro Daniel mató a Yolanda y al pequeño Andrés

Una mala contestación fue motivo suficiente para que Lázaro Daniel A.A. acabara con la vida de Yolanda Becerra, de 44 años, y su hijo Andrés Alcolea de 11, en enero de 2008. Sin amenazas y sin posibilidad de defensa, el joven asestó presuntamente cuatro puñaladas a su pareja y después asfixió al menor. Estaba “ido, nervioso y celoso”. Así lo declaró ante el jurado popular que esta semana juzga su caso en la Audiencia Provincial. Podría pasar los próximos 44 años de su vida en prisión por este doble asesinato que consternó a Alcalá.Ninguno de los familiares del imputado estuvo en el juicio. Nadie ha querido estar al lado de este asesino confeso en los días que está en juego su futuro. Él, impasible y con la mirada perdida, se cruzó ayer en los pasillos con los hermanos de Yolanda y las primas de Andrés. Apartó la mirada pero no bajó el rostro. Es la actitud que ha mantenido en todas las sesiones de esta vista oral que finalizará esta semana y de la que Lázaro Daniel podría salir con una condena de casi medio siglo de cárcel a sus espaldas por el doble asesinato de la calle Dulcinea.Dice que no recuerda mucho de aquel día, que estaba como fuera de sí, ido, nervioso y celoso de la antigua pareja de Yolanda. Sin embargo, sí recuerda qué fue lo que le impulsó a agredir a Yolanda. Una mala contestación. Un simple comentario que su novia le dio durante una discusión en el domicilio que compartían y que para Lázaro Daniel fue suficiente razón como para acabar con su vida y la de su hijo cuando intentó defenderla.Todo ocurrió el pasado 17 de enero de 2008 pasadas las 16 horas, relató el imputado. Estaba en casa con Yolanda y Andrés cuando la pareja comenzó a discutir en la cocina presumiblemente porque ella quería acabar con la relación. En el comedor, mientras comían, continuó la disputa verbal que acabó con parte de la vajilla hecha añicos por la ira de Daniel. Yolanda se dirigió entonces al baño para maquillarse y marcharse a trabajar. Él, se encaminó a la cocina y cogió de un cajón un cuchillo de 20 centímetros de longitud y más de cuatro de ancho de hoja. Empuñándolo fue en busca de Yolanda.“Ni siquiera la amenazó con él. A traición y sin posibilidad de que se defendiera le asestó una puñalada por la espalda. Después, cuando ella se giró, le propinó tres más en el abdomen y la axila izquierda que le provocaron heridas mortales de necesidad”, recordaba ayer en sus conclusiones la abogada del Estado. Andrés, de 11 años, acudió a socorrer a su madre. Lázaro Daniel dice que no quería matarle, “sólo dejarle inconsciente”. Pero le agarró del cuello y apretó hasta asfixiarle dejando su cuerpo en el suelo del salón. Después se aseó, se deshizo de la camisa llena de sangre y fue a la Comisaría.
La alevosía, el ensañamiento, la indefensión de las víctimas y el abuso de superioridad son algunos de los motivos por los que los abogados de la acusación y la Fiscalía piden que se condene a Lázaro Daniel por un doble delito de asesinato. Se enfrenta a 44 años de prisión si el jurado popular considera la petición de los letrados de la familia de las víctimas que solicitan 22 años de condena por cada crimen. La Fiscalía, reduce la condena a 20 por cada muerte.Si por el contrario, el jurado atiende a las razones de la Defensa, Lázaro Daniel podría ser declarado no culpable al considerarse que actuó bajo “un trastorno mental transitorio”, y que lo ocurrido fue fruto de un “arrebato” en el que el acusado no era consciente de lo que hacía. El jurado decidirá esta semana si Lázaro es culpable. La jueza que instruye el caso hará pública la sentencia final en unos días.
El abogado que defiende a Lázaro Daniel asegura que su cliente sufría un trastorno mental que le impedía ser consciente de sus actos en el momento de cometer los crímenes. Sin embargo, los informes presentados por los psicólogos, psiquiatras y forenses aseguran que no es así. Lázaro Daniel, dicen, sufre un trastorno de personalidad que, en ningún caso, es incompatible con sus capacidades cognitivas. Es decir, que su trastorno no le impedía diferenciar entre lo que estaba bien o mal y, por lo tanto, “hubo intención de matar”, asegura la Fiscalía. Para el abogado de la acusación particular, el imputado “es una mala persona”. De las declaraciones de los numerosos testigos que han prestado declaración en el juicio, muchos amigos y familiares de las víctimas, se desprende que Lázaro consiguió apartar a Yolanda de su vida, “la anuló”, dice el letrado. Su historial delictivo y penal, le precede y no le beneficia. Ocultó a su pareja que ya había pasado por los calabozos de la Policía en alguna ocasión, incluso, llegó a estar en prisión por una agresión sexual a una joven y lesiones al novio de ésta. “Estás buena, guarra”, le dijo mientras le penetraba con los dedos. También había sido detenido por resistencia a la autoridad y se encontraba, en el momento de su detención, en situación irregular.
El futuro de Lázaro Daniel está en manos de once ciudadanos, ocho mujeres y tres hombres. Los miembros del jurado popular que han seguido el juicio en la sección 27 de la Audiencia Provincial se encerrarán hoy para discernir sobre Lázaro Daniel. Sólo tendrán que decidir si es culpable o no. La sentencia la dictará el juez. Sin embargo, las caras de los miembros del jurado asistiendo en los alegatos de la acusación y resoplando en los de la defensa parecían pronosticar la inminente culpabilidad del imputado.

Etiquetas: Noticias del Recuerdo.

entrada de tribulete @ 20:03