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Otro fraude telefonico

«Se buscan hombres para sexo a cambio de dinero con mujeres adineradas. Zona: Marbella». Este fue el anuncio con el que se topó hace unos meses un turista de origen vasco mientras navegaba por Internet en busca de un lugar donde pasar las vacaciones veraniegas.
Al hombre se le encendió la bombilla al ver la sugerente oferta laboral. Me voy a Marbella (sinónimo de playas y un clima privilegiado, aderezado con famoseo, lujo y 'glamour'), tengo sexo y encima, las vacaciones me salen gratis, debió de pensar el aspirante a gigoló, según explicaron a este periódico fuentes cercanas al caso.
Así fue como cayó en la trampa de una supuesta estafa que ya va teniendo puntos para entrar en el grupo de los timos clásicos, como el tocomocho y la estampita. Al llamar al número de contacto que aparecía en el anuncio, le facilitaron varios teléfonos a los que podía llamar para conocer a las mujeres que iban a ser sus clientas.
La víctima se dedicó llamar a todos esos números que, curiosamente, empezaban por el número ocho. Todos eran teléfonos de tarificación especial. En ninguno de ellos encontró lo que iba buscando.
La sorpresa vino cuando se encontró en su casa con la factura de la empresa de telefonía. Se había dejado varios miles de euros (alrededor de 2.000, según las fuentes) en estos números de teléfono, lo que le hizo comprender que podía haber sido estafado.
La víctima, de entrada, se quedó sin vacaciones y sin la promesa del empleo temporal como 'escort'. El hombre, del que no han trascendido más datos, formuló una denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía que ha dado pie a una investigación en Málaga para intentar localizar a los protagonistas de la supuesta estafa.
Este caso supone una vuelta de tuerca más al timo tradicional del gigoló, ya que incorpora una novedad al modus operandi habitual. En esta ocasión, el engaño se materializa en llamadas a un teléfono de tarificación especial. Antes, a las víctimas les sacaban el dinero pidiéndoles una especie de fianza como garantía ante posibles robos a las clientas.
En abril, sin ir más lejos, la policía cuajó una operación contra este tipo de timos, que, curiosamente, siempre son perpetrados por féminas. En esa ocasión, agentes de la comisaría de Torremolinos arrestaron a dos mujeres de origen colombiano acusadas de estafar a hombres con falsos trabajos de acompañantes para señoras adineradas. En aquella ocasión, las detenidas se habían servido de diversos anuncios en periódicos para captar a los aspirantes a gigolós.
A los candidatos que llamaban les pedían primero una cuota de inscripción que oscilaba entre 270 y 290 euros. Más tarde, les solicitaban entre 700 y 2.000 euros en concepto de garantía ante posibles robos a las señoras que contrataban sus servicios.
Las dos mujeres habrían obtenido pingües beneficios con este sistema. Al investigar este caso, la policía estimó que las arrestadas habrían obtenido más de 50.000 euros mediante las presuntas estafas. Aunque se calcula que hay decenas de víctimas, sólo dos denunciaron lo ocurrido. La mayoría de los afectados de este tipo de timos nunca llega a contar lo que le ha pasado por vergüenza.

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entrada de tribulete @ 23:29