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Robos con asesinato

Santiago Mir, de 57 años y propietario de una empresa cárnica de Lérida, es la víctima de lo que parece un intento de robo que tuvo lugar sobre las once de la noche del pasado sábado en su domicilio, en el barrio de Rufea de la capital leridana.
Los hechos fueron presenciados por la esposa del empresario y su suegra, ilesas ambas. La casa de los Mir se encuentra sobre las oficinas del negocio familiar, una conocida empresa cárnica. Se trata de una zona de las afueras de Lérida que se caracteriza por la extensión de sus campos y por las casas y empresas aisladas, por lo que se cree que los autores del crimen tuvieron que acceder al lugar en automóvil. Sin embargo, para su huida emplearon un Audi A-4 propiedad de Santiago Mir. Ese coche fue localizado al poco tiempo por agentes de los Mossos d´Esquadra en el barrio «Els Magraners» de la capital leridana.
Nada se sabe, por el momento, del hipotético vehículo empleado por los delincuentes para llegar hasta la casa de la familia del empresario.
Según los primeros indicios, el móvil del crimen fue el robo, pero no ha trascendido si estos sujetos lograron llevarse dinero, joyas y otros objetos de valor tras asesinar de un disparo al empresario.
Santiago Mir habría intentado hacer frente a los asaltantes encapuchados cuando uno de éstos le descerrajó un tiro desde muy corta distancia. La munición empleada conduce a los investigadores a pensar que el arma es una escopeta de caza con los cañones recortados.
La extrema violencia mostrada por los asaltantes es similar a la de las bandas formadas por criminales de la Europa del Este o de origen latinoamericano; no así el arma empleada, puesto que los grupos especializados en el asalto a viviendas unifamiliares o pisos de lujo suelen usar armas de fuego muy sofisticadas. Los investigadores de la Policía Autonómica catalana no descartan que se tratara de otro tipo de grupo, alguno de cuyos componentes estuviera en relación con el entorno de la víctima. Según una información emitida por Radio Segre, los asaltantes buscaban el dinero que tendría la familia Mir al haber cobrado en las últimas semanas un supuesto premio de la lotería.
En cualquier caso, las quejas por la falta de seguridad en la zona fueron respondidas por el alcalde de Lérida, Àngel Ros, del PSC, con la consideración de que «se trata del único asesinato registrado en nuestra ciudad en el último año y medio». «Es un hecho puntual», insistió el primer edil.
En los últimos años, otros dos asesinatos conmocionaron a la sociedad leridana. En febrero de 2004, la estudiante Isabel Bascuñana era asesinada por Gilberto Chamba, un ecuatoriano que había conseguido papeles de residencia pese a que había sido condenado en su país por el asesinato de 8 mujeres. Dos años después, un joven era asesinado a tiros a la salida de su garaje. Ese 2006, un informe de la Fiscalía de Lérida alertaba por las más de ocho mil diligencias abiertas en la provincia por delitos de lesiones y se habían registrado 7 casos de homicidio y 2 de asesinato.
Por otra parte, el sábado falleció otro hombre en Lérida a causa de la tormenta de viento y granizo. La víctima, de 61 años, era un agente de la policía local que trataba de asegurar un elemento en el tejado de su vivienda.

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entrada de tribulete @ 20:01