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No fumar

Si bien es cierto que el nuevo código de Polícía prohibe el consumo de tabaco en lugares públicos cerrados o con poca ventilación, también es cierto que todos los consumidores de este famoso “vicio”, en los establecimientos públicos somos acosados o vejados so pretexto de la norma y los razones dadas no son válidas bajo ningun motivo, este es uno de esos casos denunciables.
El día de ayer en un establecimiento público, donde tenía lugar un concierto, me fueron decomisados unos cigarrillos que me acompañaban en el momento de la entrada por parte de los señores de seguridad o del servicio de seguridad, como lo quieran llamar. La razón dada fue la prohibición al ingreso de tabaco por parte del establecimiento, no porque el código de Policía lo establezca, ni porque el sitio tuviera prohibición alguna para el consumo de tabaco, ni porque fuera un sitio donde se quemara la alfombra, sino porque la razón verdadera era: “adentro se venden cigarrillos”. Es decir, si hubieran prohibido el ingreso de objetos de color rojo, habría podido pasar que retuvieran mi chaqueta y los tenis que llevaba puestos, porque adentro las camisetas que venden son rojas y vienen acompañadas de un bonito gorro de color azul.
La pregunta es: ¿está permitido que un particular contratado por un establecimiento público, decomise o retenga lo que el propietario del establecimiento determine, bien sea buscando un bien particular o común? La respuesta es un rotundo no, no es permitido, lo que si es cierto es que eso tiene nombre y se llama robo. Según tengo entendido, estos particulares no son los llamados a cumplir esta función. Realmente quienes deberían retener o decomisar, bien por labor policial o de prevención, es la misma policía, el ejército o en últimas nuestras preocupadas y queridas madres. Los particulares o empleados de seguridad deben vigilar por el buen funcionamiento del evento, no el buscar retener elementos personales que luego se venden al interior del mismo o que no se devuelven a su propietario por cualquier razón.
Por cierto, al interior del mismo muchos de nosotros conseguimos “colar” uno que otro cigarrillo o paquete y muchos de los participantes estaban consumiendo de forma muy pacífica un porrito o cachito de marihuana que llaman, sin que los señores de seguridad hicieran gesto alguno o realizaran algún acto preventivo en pos del mismo concierto. No censuro a quienes consumen esta hierba, sino a los encargados de la “seguridad” del evento, que ayudan con maña a que los de los dueños de bares y demás saquen provecho so pretexto de brindar seguridad.
Sugiero, no que digo, exijo que la policía supervise mucho más de cerca a las empresas que brindan “seguridad” a los eventos o establecimientos, para evitar que este tipo de casos y anomalías, que por cierto, estas empresas de seguridad nunca ayudan a los asistentes del evento a no ser atracados dentro del concierto, parece más bien como si fueran cómplices. Es más, si no estoy mal, la función de estos señores es hacer las veces de porteros, de servicio de seguridad para retener elementos cortopunzantes, armas y otros que no pertenecen a un ambiente de rumba, no de detectives o esculcones que se quedan con cuanto objeto ellos determinan sospechoso o prohibitivo para el evento y que luego no devuelven a su propietario, porque “está en la administración y no hay quien lo saque” o el consabido: “humm mono, eso si quien sabe donde están”. Deberíamos nosotros como buenos ciudadanos, exigir sanciones para el establecimiento y para la empresa de seguridad, al primero por hacer que el segundo obre en su beneficio y al segundo por cómplice y coautor del hecho.

Etiquetas: Esto es Increible

entrada de tribulete @ 8:37